El mago llama a un pequeño ayudante del público. Le pide que le enseñe las manos y le mira perplejo. Coge un paño y lo muestra blanco por ambos lados. Le pide al niño que se limpie las manos en él y, al cabo de un momento, muestra que en el paño han aparecido unas huellas de manos sucias.
- ¡Imprescindible para espectáculos con niños!